La vida de un critico
La vida de un crítico, es sencilla en muchos aspectos...
- Referencia a película: Ratatouille de DISNEY
- Referencia a película: Ratatouille de DISNEY
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La vida de un crítico, es sencilla en muchos aspectos... • Plantilla - Ratatouille
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Reflexión
La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos
arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio
prosperamos con las críticas negativas divertidas de escribir y de leer pero la triste Verdad que debemos afrontar es
que en el gran orden de las cosas cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica.
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Excelente elección, Ziv 🌿
Ese fragmento —del final de Ratatouille y pronunciado por el crítico Anton Ego— es uno de los más profundos del cine moderno. Aquí tienes una reflexión inspirada en él, escrita con el tono filosófico que suele resonar en la Escuela RyE:
🕊️ Reflexión sobre el juicio y la creación
La vida del que juzga siempre parece más segura que la del que crea. El crítico se refugia en la comodidad de las palabras, en la torre elevada desde donde observa el esfuerzo ajeno, señalando aciertos y errores con la distancia de quien no arriesga nada propio. Es fácil construir un escudo hecho de opiniones; mucho más difícil es exponerse con una obra, una idea, un gesto que revele el alma.
Y sin embargo, en esa aparente fragilidad del creador habita la verdadera fuerza. Porque cada acto creativo —por imperfecto o pequeño que sea— deja una huella real en el mundo. Mientras la crítica se disuelve en el aire con el paso del tiempo, la creación permanece: inspira, conmueve, transforma. La obra imperfecta tiene vida; el juicio perfecto, no.
Ego, al reconocerlo, descubre que el valor no está en tener razón, sino en atreverse a sentir, a probar, a crear. Nos recuerda que es fácil destruir, pero solo quien ama y se entrega puede construir algo digno de ser recordado.
En el fondo, cada crítica, incluso la más aguda, debería ser un homenaje silencioso a quienes se atreven a fallar creando. Porque toda creación —incluso la más humilde— tiene más significado que mil palabras que nunca se arriesgaron a existir.
