Hijos fuertes
HIJOS
Ficha resumen
Esta reflexión explora la relación entre padres e hijos, enfocándose en cómo los sueños, expectativas y miedos de los padres se transmiten a la siguiente generación. Aborda la diferencia entre la herencia terrenal —protección, supervivencia y educación formal— y la espiritual —amor divino y co-creación con Dios—, invitando a los padres a reflexionar sobre si realmente apoyan el desarrollo integral y único de sus hijos.
Se cuestiona la efectividad de la educación tradicional frente a la educación en el hogar y se plantea la importancia de permitir que cada hijo descubra su propio camino, equilibrando libertad e influencia de los mayores. La reflexión también incluye la dimensión espiritual, la brújula interna del amor y la fe en la guía de Dios, como instrumentos para criar hijos fuertes, valientes y conscientes.
En resumen, el lector puede esperar una meditación profunda sobre cómo ser un padre consciente, cómo transmitir legado sin imposición y cómo combinar amor, educación y espiritualidad para acompañar a los hijos en su crecimiento.
Reflexión sobre los hijos y la herencia de los padres
Nos motiva siempre, cuando somos jóvenes, poder crear algo como nosotros; *consciente o inconscientemente lo hacemos*.
A fin de cuentas, la labor de la mente siempre es la misma: **crearnos una imagen de nosotros mismos** (*el ego*). Esta imagen que el cuerpo espera en su necesidad de protección deberá ser lo que la mente realmente busca. Es un sistema de defensa elaborado y complejo, que atiende el mundo físico y social, para asegurar lo más importante: la **supervivencia** y la **heredad biológica del individuo**, transmitida a la siguiente generación (crear hijos).
Pero esto aplica en el canto de la vida y del mundo, en la armonía del mundo terrenal y finito, donde podemos morir y nuestros cuerpos se convierten en polvo al final.
No aplica en el alma y el espíritu inmortal del ser humano, en la parte que anhela a Dios y su amor. Ahí, el amor se proyecta a los hijos como **co-creadores de Dios** e instrumentos de amor, para que los más pequeños puedan crear la siguiente generación y seguir el hermoso plan de la creación divina. En este espacio no nos enfocamos en la seguridad o la abundancia (que son importantes), sino en la *fe en el plan divino del amor de Dios*.
En el espacio donde vive nuestro ser, el anhelo de crear y proyectarnos en nuestros hijos es más grande, puro y hermoso. Aun así, la mente humana estará presente; tarde o temprano, los anhelos de nuestra parte humana y de nuestro ego se proyectarán en ellos. Supuestamente los creamos con cariño y felicidad, para proveerlos en sus necesidades.
Muchos diccionarios definen el objetivo de educar como la transmisión de conocimientos que nos preparan para la vida. Otros lo amplían a incluir el desarrollo cognitivo, intelectual y cultural, traducido en conocimientos aceptados por la comunidad (no necesariamente correctos o útiles para el estudiante, pero socialmente avalados). El ejercicio educativo debería incluir el desarrollo del pensamiento crítico, que permita al estudiante filtrar y evaluar la veracidad y efectividad de lo aprendido.
En la educación más común, especialmente la gratuita, pública y forzada, el aprendizaje es poco reflexivo y abierto; con metas fijas y tiempos determinados para transmitir conocimientos mediante adoctrinamiento, inducción, razonamiento abductivo o incluso condicionamiento.
Entonces, ¿la educación de los padres a los hijos es igual o es mejor? La educación del hogar no puede ser reemplazada por la escuela.*
- Por eso, es necesaria más educación que la que ofrece la escuela pública y esta debe buscarse en casa, porque tiene mayor calidad.
"La misma Constitución del país donde nací lo reconoce; se proveen derechos de ciudadanía y de individualidad; inmediato subsecuente se asegura respetar a los grupos y pueblos, permitiendo su expresión, siempre dentro de la unidad de la nación."
Esta base legal nos invita a reflexionar sobre cómo transmitimos la herencia de las generaciones anteriores:
- ¿Proyectamos nuestros miedos y nuestras formas de hacer sobre los hijos, imponiendo estructuras que creemos seguras?
- ¿O les dejamos un espacio para descubrir su propio camino, para crecer con libertad y responsabilidad, dentro de los límites que nos aseguran convivir como sociedad?
🧭 **Reflexión final**
Este escrito no es para que otros lo lean, sino para que yo pueda reflexionar sobre mí mismo y mi familia, testimoniar cómo el legado de mis padres me ha formado y decidir si quiero ajustar algo.
Es un aprendizaje sobre cómo usar la **brújula interna que el Creador nos ha dado**, el amor, y consultar seguido la dirección a donde apunta.
Por eso me río tanto de la brújula de Jack Sparrow en la saga de *Piratas del Caribe*, una brújula que apunta a lo que más anhelas o deseas.
Ahora veo que no se trata de crear planes o mapas, sino de tener fe, seguir la dirección y descubrir a dónde nos llevan nuestros anhelos. No es un lugar ni un destino, sino la aventura de vivir el recorrido y sentirlo todo.
Reflexion FINAL - Oración
🙏 Sea entonces el valor de dar un paso en esta mi aventura, la verdadera fortaleza que viene y que le pido a Dios.
Sea entonces esta mi petición a Dios: Que mi aventura no sea en solitario, sino que me acompañen muchas personas que pueda amar como Él me ama, y que pueda llamarles familia desde el corazón. Te pido dios que sea VALIENTE, para seguir tu voluntad de amor para mí,... mas que buscar ser fuerte;... ya que la verdadera fuerza, siempre nace de tí y de los que estamos a tu lado viviendo y aprendiendo a amar como tu nos has amado.
- Al releer esta reflexión me inspira recomendarte el ver la pelicula de Disney: "Mulan"
REFERENCIAS
SUSTENTO y REFLEXION
- ... antes de crear esta reflexión revisamos estos temas.
- 🌱 Síntesis para artículo: Hijos fuertes
- Un hijo fuerte y valiente en la Biblia es:
- 🌟 El que reconoce la presencia de Dios en su camino (Josué 1:9).
- 🛡️ El que se reviste de la armadura espiritual (Efesios 6).
- 🏹 El que es herencia de Dios y proyectado como flecha hacia un propósito (Salmos 127).
- 💪 El que permanece firme en la fe y actúa con amor (1 Corintios 16).
- 🦅 El que renueva su fuerza en Dios continuamente (Isaías 40).